Oscuridad, inmovilidad, regeneracion, paz

Hoy siento paz. Cierro los ojos, y siento el tibio calor del sol en mis mejillas; y la brisa, no solo sobre mi piel sino al escuchar a los árboles un poco agitados, en una especie de percusión, una melodía de la naturaleza.
Hacia mucho tiempo que no me sentía así, en realidad hacia mucho tiempo que no salía de casa, que no veía la luz del sol ni la de la luna. Hasta mi propio cuarto parecía demasiado grande, y la cama el único lugar; sin ganas de moverme, salvo para lo indispensable; y las recurrentes lágrimas que asomaban a mis ojos, que en un principio quise ocultar, se escaparon sin que pudiera detenerlas. Deje de ofrecer resistencia, deje que fluyan libremente.
Después de estar un tiempo así, un tiempo que no puedo precisar, el corazón lentamente volvió al cuerpo. Primero unos latidos espontáneos, que se fueron haciendo más fuertes, y de a poco fui sintiendo que el vacío en el pecho desaparecía. Y un día, me quise sentar, y luego me quise parar, y así fui saliendo de a poquito de un encierro que parecía eterno.
Supongo q eso pasa cuando alguien que amas mucho se va; se lleva una parte de uno, que lentamente se va regenerando, pero nunca del todo. Desde aquí, sentada en el pasto, te doy las gracias, y te deseo lo mejor, estés donde estés.